Contrato de arras: por qué es clave contar con asesoría profesional en una compraventa
En cualquier proceso de compraventa de vivienda, el contrato de arras representa mucho más que una simple reserva. Es un acuerdo legal que fija compromisos, define consecuencias y da forma al futuro de la operación. Por eso, su firma no debe tomarse a la ligera.
Cada año se firman miles de contratos de arras en España, y muchos acaban generando conflictos por errores, cláusulas mal redactadas o ausencia de asesoramiento profesional. En contextos donde la operación representa una parte importante del patrimonio de las partes, como sucede en la mayoría de transacciones inmobiliarias, contar con orientación jurídica no es solo recomendable, sino prudente.
¿Qué es un contrato de arras y para qué sirve?
Un contrato de arras es un acuerdo privado entre comprador y vendedor que refleja la voluntad de ambas partes de formalizar una compraventa futura. En él se entrega una cantidad económica en concepto de señal —habitualmente el 10% del precio— y se definen aspectos clave como:
- Precio final acordado.
- Plazo máximo para firmar ante notario.
- Descripción de la vivienda.
- Distribución de gastos.
- Consecuencias en caso de desistimiento.
Se trata de un documento no obligatorio por ley, pero habitual y muy útil, siempre que esté correctamente redactado. De hecho, es uno de los contratos más utilizados en operaciones inmobiliarias, y también uno de los más incomprendidos.
Tipos de contrato de arras: diferencias clave
1) Arras penitenciales
- Son las más comunes.
- Permiten a cualquiera de las partes desistir del acuerdo, pero con consecuencias:
- Si el comprador se echa atrás, pierde la cantidad entregada.
- Si el vendedor desiste, debe devolver el doble.
2) Arras confirmatorias
- Implican un compromiso más firme.
- Si hay incumplimiento, no hay penalización automática.
- La parte perjudicada puede exigir el cumplimiento del contrato o una indemnización.
3) Arras penales
- Además del compromiso de compra, establecen penalizaciones económicas en caso de incumplimiento.
- Suelen incluir cláusulas que permiten reclamar daños y perjuicios judicialmente.
Elegir el tipo adecuado y redactarlo con precisión es esencial. Un error aquí puede costar decenas de miles de euros, o dejar a una de las partes sin posibilidad de recuperar su dinero.
Qué debe incluir un contrato de arras bien redactado
- Identificación de comprador y vendedor.
- Descripción exacta del inmueble (incluyendo referencia catastral).
- Precio total de la compraventa y condiciones de pago.
- Cantidad entregada como arras y su porcentaje respecto al precio.
- Plazo máximo para la firma de la escritura pública.
- Reparto de gastos (notaría, registro, impuestos).
- Cláusula de desistimiento según el tipo de arras elegido.
- Firma de ambas partes y testigos, si procede.
La omisión o redacción ambigua de cualquiera de estos puntos puede derivar en problemas legales graves. En Reclamalia hemos revisado numerosos contratos de arras en los que las partes no entendían realmente lo que estaban firmando.
¿Por qué es tan importante firmar este contrato con asesoramiento profesional?
Aunque existen plantillas y modelos descargables en internet, un contrato de arras mal redactado o inadaptado al caso concreto puede tener consecuencias económicas muy negativas. En Reclamalia lo hemos comprobado en múltiples casos reales:
- Compradores que pierden su señal por firmar sin revisar condiciones ocultas.
- Vendedores que deben devolver el doble por cláusulas automáticas mal entendidas.
- Partes que acaban en juicio por desacuerdos que podrían haberse evitado.
Contar con un profesional jurídico especializado no solo evita errores, sino que aporta tranquilidad y claridad a todas las partes implicadas. Además, un abogado puede adaptar el contrato a la operación concreta, incorporar garantías adicionales y actuar como mediador en situaciones complejas.
La diferencia está en los detalles
A simple vista, un contrato de arras puede parecer sencillo. Pero es en los detalles donde se decide si una operación será segura o arriesgada. Un término mal interpretado, un plazo mal establecido o una cláusula ambigua pueden desencadenar un conflicto legal que arruine toda la operación.
Por eso, desde Reclamalia animamos a compradores y vendedores a no asumir riesgos innecesarios. La compraventa de una vivienda es un paso importante, y merece ser gestionado con el mismo rigor que cualquier otra decisión patrimonial de gran calado.
Conclusión: seguridad jurídica desde el primer compromiso
El contrato de arras es el primer documento vinculante de una compraventa inmobiliaria. Su correcta redacción y comprensión no solo garantizan que ambas partes actúan con total transparencia, sino que previenen conflictos y protegen los intereses de todos.
Reclamalia ofrece a sus clientes un servicio legal completo, claro y personalizado para revisar o redactar contratos de arras adaptados a su caso específico. Porque vender o comprar una vivienda con seguridad empieza por hacer bien este primer paso.
¿Revisamos o redactamos tus arras?
Sube tu borrador o cuéntanos la operación. Te damos propuestas de cláusulas, plazos y garantías para una firma segura.
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